Recuerdo que desde pequeña, antes de cada festividad, estudiábamos en el colegio sobre la misma. Lo que siempre me llamó la atención es que cada una de ellas tenía varios nombres, algunas en relación al evento histórico y otros en relación a la agricultura. Cierro los ojos y veo la lista de la morá en la pizarra.
En el caso de la festividad de Pesaj, nos enseñaron que cuatro son sus nombres: Jag Hapesaj, Jag Hamatzot, Jag Haviv (la fiesta de la primavera), Jag Hajeirut (la fiesta de la libertad). Sin embargo, ya de grande y profundizando sobre el tema, he visto que los dos primeros son los principales y que, ¡por más raro que suene!, Jag Hapesaj no se refiere históricamente a la festividad que nosotros celebramos hoy día.
En la Torá, la festividad a la que nosotros denominamos pesaj, es conocida como Jag Hamatzot, no como sinónimo sino como nombre exclusivo, y así está escrito: “Y el día quince de este mes (Nisán), es Jag Hamatzot en honor a Hashem; siete días comeréis matzot” (Vaikrá 23:6). El motivo por el que comemos matzot durante siete días es doble. Por un lado (como nos relata la maestra desde el jardín de infantes), el pueblo judío debió salir rápidamente de Egipto y no tuvo tiempo de esperar a que el pan leude, esta precipitación duró siete días, cuando en el séptimo los egipcios se ahogaron en el mar, mientras que perseguían al pueblo de Israel quien cruzaba triunfantemente el mismo con las aguas abiertas y el nombre de Hashem era vanagloriado en todo el mundo.
Asimismo, figura en la Torá que la matzá es el pan de la aflicción, recordándonos el sufrimiento que vivimos en Egipto y la esclavitud amarga que sufrimos. La levadura representa el orgullo, la misma infla el pan así como el orgullo infla nuestros corazones. La matzá, es un pan sin levadura, por lo que recuerda a nuestro estado de humillación como esclavos en Egipto, sin orgullo alguno, ni personal, dado que daban a los hombres tareas de mujeres y a las mujeres tareas de hombres, ni nacional, dado que nuestro pueblo era esclavizado y no era libre de actuar de acuerdo a sus propias leyes (es importante recordar que la Torá no se había dado aún por lo que el concepto de pueblo todavía no se había formado sino que solo éramos los hijos de Israel y no el pueblo de Israel).
El nombre de Pesaj, sin embargo, aparece en un contexto distinto. Y así dice la Torá: “Y en el primer mes (Nisán), a los catorce días del mes, es Pésaj para Hashem” (Bamidvar 28:16), y luego agrega: “Y partieron de Ramsés a los quince días del primer mes (Nisán); al día siguiente a pesaj salieron los hijos de Israel apresuradamente, a la vista de todos los egipcios” (Bamidvar 33:3).
Es decir, que en referencia a la Torá, pesaj es el día 14 de nisán, día en que se realizó el sacrificio en Egipto y día en que durante la época en que el esplendor del Gran Templo de Jerusalem estaba en pie se realizaba el sacrificio pascual. De mostrándonos así, que el 14 de nisán no es solamente erev pesaj sino un día festivo en sí mismo.
A lo largo del tiempo, la fiesta de las matzot recibió el nombre de pesaj en la halajá y así es conocida por todos hoy día. El tzadik Rabi Levi Itzjak deBerditchev explica este cambio de nombres de la siguiente manera: luego de que el pecado del becerro de oro fue perdonado, Moshé le pide a Hashem poder “verlo”, e interpretan nuestros sabios que desea conocer sus caminos, Hashem le responde que podrá ver sólo la parte de atrás y no su rostro (por supuesto que todo esto es una metáfora dado que Hashem no tiene cuerpo). Así pasa Hashem ante Moshé diciendo los 13 atributos de misericordia, los cuales nosotros recitamos cuando deseamos recibir el perdón divino como por ejemplo en Iom Kipur.
Cuenta el midrash que lo que moshe vio de Hashem es el nudo de los tefilin de la cabeza. Enseñándonos que así como el pueblo de Israel se pone tefilín los cuales tienen escrito “Shemá Israel” mostrando nuestro amor por Hashem y afirmando que es Uno, así Hashem tiene tefilín que dicen “quién es como mi pueblo Israel”, demostrando el amor por su pueblo, su hijo primogénito.
Explica Rabi Levi Itzjak de Berditchev que así como con los tefilín, sucede con el nombre de la festividad de pesaj. Hashem lo llama Jag Hamatzot, alabando la fe de los hijos de Israel cuando se apresuraron a salir de Egipto incluso sin tener las provisiones necesarias para sobrevivir en el desierto, mientras que el pueblo de Israel lo llama Jag Hapesaj, alabando a Hashem que salteó a las casas de Israel en la plaga de los primogénitos y así los salvó.
Quiera Hashem que esta festividad nos encuentre llenos de emuná (fe) como aquel primer pesaj en Egipto y que gracias a la misma seamos meritorios de que Hashem nos redima prontamente y así ver cumplirse la profecía de Ishiau “Ninguna nación levantará la espada contra otra, ni aprenderán más la guerra”
¡Pesaj kasher vesameaj!
Fundadora de Yadá espacio de conexión profunda.