El otro día, hablando con mi mamá,
conversamos sobre la necesidad de esta generación
de estar todo el tiempo contento, ¡pum para arriba!
Mi mamá contaba, que a su generación le enseñaron
a hacer lo que tienen que hacer,
hacer lo que se debe.
La generación de mi mamá,
queriendo cambiar el mandato,
decidió educar a sus hijos a hacer lo que les haga felices
no a ser abogado, contador o doctor porque es lo que corresponde
sino elegir lo que ellos desean,
lo más importante, es que sean felices.
Este mensaje, de manera inconsciente
ingresó en nuestra generación
Y TODO LO QUE BUSCAMOS ES ESTAR CONTENTOS CONSTANTEMENTE
¿Pero acaso es posible mantenerse en este estado emocional de manera continua?
¡Claro que no!
Y por eso tantas depresiones y ansiedades
visitan esta generación
Y aquí quiero explicar, la gran diferencia
entre estar feliz y estar contento.
ESTAR CONTENTO ES UNA SENSACIÓN INTERNA PASAJERA
lo que estoy haciendo ahora,
me causa una especie de euforia
¡Mucha gente incluso consume drogas para sentirse así!
Pero estar feliz, dicen nuestros sabios,
Es estar feliz con lo que tengo exactamente
¿Quién es el rico? dicen, quién está feliz con su parte,
con lo que recibe, sabiendo que eso es exactamente lo que necesita.
Como el caso de Helena, por ejemplo,
que me contaba en una sesión que quiere volver a ser feliz
que sabe que va a ser difícil pero va a lograrlo.
Y yo le dije, que no se prepare para dificultades, sino para el proceso.
El blanco o negro es una de las cosas que nos genera dolor innecesario
DIFÍCIL NO, PROCESO SI
con avances, paso a paso,
a veces con retrocesos,
todo parte del plan Divino exacto para nosotros.
Intentar vivir plenamente,
sabiendo que en la vida hay momentos de felicidad, otros de tristeza,
pero estar conectada cada momento a mi misma, a quienes me rodean, a Hashem
y saber que todo es exacto para mi y me ayuda a crecer y avanzar,
eso es lo que significa estar feliz.