El otro día tuve que sacarme un diente, lamentablemente.
Hasta el día del turno, no le di mucho lugar a mis emociones, ni me di cuenta que el tema me perturbaba.
Pero la mañana del tratamiento me levanté tensionada y comprendí que tenía miedo.
Lo primero que decidí, fue darle lugar a mis emociones: acepté y dije que tengo miedo que me duela, que algo no salga bien, que sea difícil, etc.
Luego expliqué a mi familia mi situación emocional, que estaba nerviosa y que por favor tengan en cuenta ser mas sensibles conmigo y no ofenderse si tengo menos paciencia.
Tercer paso, pedí ayuda. El tratamiento fue en Ierushalaim, mi hija y mi esposo fueron a pasear mientras me esperaban (ellos disfrutaban y yo sufría 🤨).
Generalmente suelo yo preparar la comida para los viajes, pero sentí que no tenía la capacidad y le pedí a mi esposo si podía encargarse.
Durante el viaje pedí a Hashem que me acompañe, me ayude y todo salga bien, y durante el tratamiento me dije constantemente frases fortalecedoras tales como “Hashem está conmigo y me cuida”, “estoy en las manos misericordiosas de Hashem”, “bs”d todo saldrá bien y sin dificultades” y demás.
También imaginé el nombre de Hashem י-ה-ו-ה constantemente, nombre de misericordia, tratando de apegarme a la misericordia Divina y atraer a mi Su amor y bondad.
B”h el tratamiento salió bien, fue menos doloroso y largo de lo esperado y de a poco me voy recuperando, queda aun un largo camino por delante.
Decidí compartirlo contigo porque todas tenemos momentos en que nos sentimos tensas y tenemos que enfrentarnos a realidades complicadas, espero que estas herramientas te ayuden y foralezcan a ti también.